viernes, 20 de junio de 2014

MALLORCA CAMBIA DE LOOK




Mallorca cambia de look


  
Los cambios, dicen, son siempre para mejor y ése está siendo el caso de Mallorca como destino turístico. La isla, tanto para los que vivimos en ella, como para los que la visitan ha sufrido un cambio más que considerable en los últimos 5 años que, si se evalúa de forma general, se puede afirmar que ha sido, sin duda, en positivo.
Aunque en esencia, Mallorca sigue siendo ese paraíso del Mediterráneo en el que disfrutar de la belleza del paisaje y la tranquilidad de sus completos servicios, la isla está cambiando de look, dejando –por fin- atrás esa imagen heredada de destino de los 60 de la que ha venido viviendo prácticamente hasta ahora.
El primer gran cambio que uno puede detectar en Mallorca lo encontrará en la capital: Palma trabaja a marchas forzadas para ofrecer una ciudad llena de propuestas que van más allá de sus ya de sobra conocidos monumentos y plazas, creando circuitos culturales interesantes, tanto para el viajero extranjero como para el que viene de la península o los propios residentes.
Iberostar Son Antem
Los bares, restaurantes y hoteles del centro de Palma son unos de los principales impulsores de esta tendencia de cambio que parece, por suerte, imparable: cada vez hay más hoteles urbanos en Palma, más alojamientos boutique, espacios gastronómicos gourmet y locales de tapasque ofrecen rutas interesantes de terraza en terraza para disfrutar tanto de un viaje de invierno a Mallorca como de una tarde de agosto a la fresca (una buenísima alternativa a la playa).
Es cierto que el cambio se está produciendo sobre todo con la idea de girar hacia un turismo de poder adquisitivo medio alto, de modo que los precios y, en general, la vida en la capital de Mallorca no es barata. Pero si uno dedica un poco de tiempo a organizar el viaje, puede encontrar una habitación en pleno Paseo Mallorca económica y comer en lugares llenos de encanto por menos de 15 euros por persona.
La idea que el Ayuntamiento de Palma y la mayor parte de las instituciones de la isla, así como las asociaciones de empresarios del sector turístico de Mallorca, tienen en mente es transformar la isla en un destino los 365 días del año, al menos en algunas zonas donde es más sencillo preparar una oferta turística más allá de la estacionalidad veraniega.
Iniciativas como Palma 365 o la reforma de zonas maduras a cargo de grandes grupos hoteleros con el apoyo de la Administración –como la nueva zona de hoteles de Magaluf que combinan la línea de hoteles para familias y hoteles para amigos de Melià- están encaminadas precisamente a esto. A ellas se suma el creciente interés de la iniciativa privada por ofrecer un destino con un plus de categoría a sus visitantes, reformando locales y zonas exteriores convirtiéndolas hacia un estilo más moderno, minimalista, de decoración más cuidada y acorde con los nuevos tiempos.
Los hoteles de golf en los alrededores de Palma, los alojamientos con spa 5 estrellas en Mallorca o los bares Chill Out han aumentado de forma notable en los últimos años: no solo abriendo y construyendo nuevos espacios sino, sobre todo –y eso es realmente interesante de cara a crear, de verdad, una isla de turismo sostenible- renovando las instalaciones existentes con mimo y mucha imaginación.
Hotel de golf en Mallorca
Hotel de golf en Mallorca
Más allá de Palma, los pueblos de la Sierra de Tramuntana con sus hoteles y restaurantes están trabajando por mantener ese espíritu más tradicional, mediterráneo y familiar de la isla. Los espacios naturales bien conservados (recientemente la sierra ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) se suman a una tendencia renovada de capturar la esencia de la Mallorca más auténtica, las raíces, el cariño por las cosas bien hechas y una atención mejorada al cliente.
Las instituciones han apoyado estás iniciativas con un trabajo de recuperación de senderos, vías antiguas, museos y fincas como la de Raixa, en Bunyola, donde se pueden apreciar increíbles jardines de influencia árabe y especies autóctonas únicas en el Mediterráneo.
Fuera de la montaña, las zonas de playa más tradicionales de Mallorca son las que presentan una evolución más lenta en este sentido. Magaluf y Palmanova sí parece que han despegado un poco con la reforma puesta en marcha por Melià con su gran idea de resort en el que encontrar de todo, el Calvià Beach, con piscina de olas, la versión mallorquina del Café del Mar ibicenco, los hoteles Solo Adultos, para jóvenes y parejas…
Esta costa, aunque le queda mucho, tiene todas las papeletas para convertirse en una pequeña Ibiza dentro de Mallorca. Incluso ofreciendo también su lado tranquilo, que se conserva sobre todo en la zona de hoteles y apartamentos en Palmanova y se extiende hacia los hoteles enSanta Ponça, Peguera y Andratx.
La zona de playas del levante de Mallorca también procesa un cambio lento, pero que ya se empieza a dejar notar, al menos en los alojamientos, cada vez más especializados en segmentos de viajeros. Así, parece que la costa de Santanyí, Felanitx, Son Servera, Artá y Manacor quiere conservar su lado más enfocado a niños, pero sin renunciar al segmento de parejas.
En esta zona se encuentran así hoteles para familias en la urbanización de Cala d’Orcon todo tipo de servicios y hoteles Solo Adultos de alto nivel. Los bares y restaurantes de estas zonas todavía siguen muy anclados en el turismo tradicional de playa, pero cada vez se nota más el cambio: destacan en este sentido los espacios gastronómicos, cafeterías, champañerías y Chill Out en Porto Petro, Porto Cristo y la zona de Costa de los Pinos. Así, hasta Artá y Cala Ratjada, en el extremo más norte de esta costa levantina.
Hotel en Cala d'Or
Hotel en Cala d’Or
Los hoteles de 4 y 5 estrellas en la Playa de Muro y los restaurantes a pie de playa son los que más están cambiando el aspecto de la espectacularcosta norte de Mallorca. Aunque el cambio a mejor se nota también en los paseos marítimos de Port de Pollença y Port de Alcudia, es esta gran zona de hoteles de playa en Mallorca junto a S’Albufera la que realmente ha marcado la pauta en los últimos años.
En verano se mantiene como un reducto familiar al que acudir para disfrutar de las increíbles aguas turquesa de sus largas playas, pero en primavera y otoño –incluso algunos meses de invierno- se transforma en un destino orientado a deportistas: ciclismo y cicloturismo, nordic walking, senderismo traicional, escalada, kitesurf, vela… y bienestar. De hecho, algunas de las mejores escuelas y empresas de turismo de aventura se encuentran en esta zona de la isla. Los precios, además, fuera de la temporada de verano, son mucho más asequibles.
Los negocios locales son los grandes protagonistas del cambio. Han sabido leer las necesidades de sus clientes y crear nuevas acordes con sus gustos. Restaurantes y Beach Clubs  han puesto la guinda a una experiencia de vacaciones más allá del sol y playa Todo Incluido en la que los momentos vividos son lo más importante, pero en la que sin esos espacios y atenciones no habría dichos momentos.
La apuesta es fuerte y no ha hecho más que empezar. Nosotros, desde este modesto espacio, aplaudimos todos los esfuerzos que se han hecho y –esperamos- se seguirán haciendo en la línea de colocar a Mallorca en un lugar único en el que vivir y al que acudir de vacaciones. Todo, sin renunciar a las raíces de este territorio que son las que lo hacen, de verdad, ser distinto a cualquier otro en el mundo.



FUENTE:    TusMedios.es 
                  comunicados@tusmedios.es
                               www.TusMedios.es

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